Sonda de gastrostomía salida: Cómo cuidar a su hijio

(Dislodged Gastrostomy Tube (G-Tube): How to Care for Your Child)

Incluso con todos los cuidados correspondientes, a veces las sondas de gastrostomía se salen de su lugar.

Si la sonda de gastrostomía (ya sea un tubo largo o un "botón" plano) se desprende, el orificio puede comenzar a cerrarse. Es necesario volver a colocar la sonda rápidamente (dentro de las siguientes 4 horas).

Los niños pueden desprender una sonda de gastrostomía por un tirón o al darse vuelta durante el sueño, o si la sonda se engancha en algún lugar. La piel que cicatriza alrededor de la abertura o estoma puede empujar y desplazar la sonda. Es posible que el profesional del cuidado de la saludrecete cremas o ungüentos para ayudar a curar la piel.

El profesional del cuidado de la salud reemplazó y controló la sonda de gastrostomía de su hijo. A veces, el profesional del cuidado de la salud puede pedir un análisis para verificar que la colocación sea correcta. Ahora está funcionando normalmente.

• Esté atento a las señales de filtraciones en la piel, alrededor de la estoma.

• Lávese las manos antes de tocar la sonda de gastrostomía.

• Mantenga limpia y seca el área que rodea la estoma.

• Colóquele mitones a su hijo antes de acostarlo para evitar que se arranque la sonda durante el sueño.

• Aplique cremas o ungüentos recetados, según las indicaciones.

• Si el profesional del cuidado de la salud le recetó antibióticos, asegúrese de que su hijo complete el tratamiento según las indicaciones.

• Tenga siempre a mano una sonda demás del tipo específico que usa su hijo; de esta manera, podrá reemplazarla rápida y fácilmente usted mismo o con la ayuda del profesional del cuidado de la salud.

Su hijo:

• Presenta filtraciones de líquidos en la piel, alrededor de la estoma.

• Tiene tejido blando, húmedo y color rosado rojizo (tejido de granulación) alrededor de la sonda de gastrostomía.

• Comienza a sangrar en el lugar de inserción de la sonda.

• Tiene fiebre o signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, temperatura en la zona, pus o una supuración con mal olor.

• Presenta diarrea.

Su hijo:

• Comienza a tener dolor abdominal o tiene el estómago duro o hinchado.

• No va de cuerpo y no puede despedir gases.

• Tiene vómitos.

• Tiene dificultades para respirar.